domingo, 13 de febrero de 2011

Querer a alguien no es sentir mariposas en el estómago aunque las sientas cuando oyes su nombre o su voz. Querer a alguien no es reirse de sus chistes, sonreir escuchándole, llorar cuando llora y preocuparse cuando está preocupado, aunque sientas lo mismo que él siente. Querer a alguien no es colgarse horas y horas al teléfono agradeciendo a quien se le ocurriera lo de la tarifa plana y deseando que se invente lo mismo en móviles para cualquier operador, aunque te cuelgues horas y horas al teléfono. Querer a alguien no es decirselo todo el rato, aunque lo digas al terminar cada frase, con miedo a que se acostumbre a oírlo. Querer a alguien no es flotar cuando te das cuenta de que eres correspondido, aunque flotes. Querer a alguien no es relacionarlo todo con la otra persona, aunque lo relaciones todo, incluso lo que no tiene relación alguna. Querer a alguien no es ese brillo en los ojos, aunque brillen más que nunca. Querer a alguien no es algo fisiológico, aunque se te cierre el estómago y no puedas dormir y estes nerviosa/o todo el dia. Querer a alguien no es imaginarte mil cosas donde el protagonista es la otra persona y tu eres un actor secundario o viceversa, aunque vuele la imaginación. Querer a alguien no es oir canciones de Serrat o Calamaro o de los bitels o de Fito o de Quique o de Elvis o de Sinatra o de cualquiera y dedicarle todas la letras, aunque se las dediques y te gustaría decírselas al oido.
-¿no? ¿entonces qué es querer? ¿y entonces cuando sientes todo eso qué es?
-Hombre no porque sientas todo eso quieres a alguien... y no es que sentirlo sea no querer a alguien... lo que estoy intentando decir es que te pasa todo eso porque le quieres y no al revés, no se si me explico.